un cuarto y dos cucharitas

hoy fue un día casi veraniego más que casi primaveral. y los días así me ponen como, viste? como que salí con lau y compartimos el mejor sambayón granizado y otras cosas que tanto no importaron porque no eran tan ricas, y además no voy a andar contando las cosas que uno le cuenta a su familiar nucleocercano lovesharing sambasharing uymecortéconpapelsharing.
y nada, el sol pegaba y pasaba por entre las hojas y ya se olía este olor, que no es tanto un olor más que es una combinación de sensación en la piel de los brazos y sol que pega y sí, olor también un poco, aunque todavía tantas flores no hay, y es como si el sol se quedara quieto en realidad y uno siente cómo pasa por entre los árboles por entre todas las hojas y medio traspasa el pasto pero mientras tanto también pasa por entre los poros, y los poros lo huelen.
claro, en realidad no es tanto un olor particular sino que los poros huelen, ahí está, el olor del sol que toca los poros y entra por ahí y entonces uno quiere sambayón pero también otra cosa, y otra cosa pero uno no sabe bien lo que es, aunque definitivamente no es el dulce de leche con brownie de freddo, que ya que estamos no es ni la mitad de bueno que el de volta ni el de persicco, aunque el sambayón es increíbilidile