posmodernidades
en este momento ando colectivos, escribiendo con rojo sobre el planetario en un folleto del festival buendía (nomehaganacordardelhorrorfestivalbuendíaporfavor) lo que más tarde voy a subir al blog, murmurando golpeteantemente algún remix de cerati (que de cualquier manera estoy segura que es la versión original) que seamos sinceros, ya nos tiene un poco hartos,
pronto me doy cuenta que no es a tanto que nos tiene tanto todos.
porque en el mar shoppingístico prenavideño en donde me estoy adentrando por la excepcional razón de haber sido la desafortunada elegida entre mis amigos para dejar mi asquerosamente hermoso y nuevo cuartotaller, regalo navideño de mi padre (que entendió a la perfección que atril más cuarto vacío y dispuesto a ser ensuciado hace un cuartotaller) y ser la encargada de conseguir entradas bubamarescas for all,
haciendo una cruz en mi pecho a pesar de ser completamente atea, entre los mil humanos en la escalera mecánica del abasto me ubico en una clase de elitismo que se resume en la siguiente frase genial de mi hermana, la genia: "está muy bien bañeros 3, no porque la haya visto, sino porque con la cantidad de gente que la fue a ver se financia la película independiente que vi el otro día en el tita merelo"
ignorando a todo el mundo, y sentadita entre las olas de gente
hice este dibujo
esperando a que fer me confirmara si venía
y si quería una entrada
mientras la chica del dibujo en cuestión esperaba a su novio pacientemente unos muchos miles de minutos, durantes los cuales tanto ella como yo pensamos que la había dejado, huérfana de novio en el medio del mundo tan de colores saturados y aire acondicionado, hasta que por fin llegó, con una hermosa hamburguesa lista para desenvolver.
cuando corté el teléfono con fer y me paré para irme, vi que en la mesa de al lado otro pre o post púber le había hecho a su enamorada algo tan deliciosa y completamente irresistiblemente romántico como un corazón sobre la hamburguesa, íntegramente con papas fritas.
vomité y cuadras más tarde ya me había subido al 128.
pronto me doy cuenta que no es a tanto que nos tiene tanto todos.
porque en el mar shoppingístico prenavideño en donde me estoy adentrando por la excepcional razón de haber sido la desafortunada elegida entre mis amigos para dejar mi asquerosamente hermoso y nuevo cuartotaller, regalo navideño de mi padre (que entendió a la perfección que atril más cuarto vacío y dispuesto a ser ensuciado hace un cuartotaller) y ser la encargada de conseguir entradas bubamarescas for all,
haciendo una cruz en mi pecho a pesar de ser completamente atea, entre los mil humanos en la escalera mecánica del abasto me ubico en una clase de elitismo que se resume en la siguiente frase genial de mi hermana, la genia: "está muy bien bañeros 3, no porque la haya visto, sino porque con la cantidad de gente que la fue a ver se financia la película independiente que vi el otro día en el tita merelo"
ignorando a todo el mundo, y sentadita entre las olas de gente
hice este dibujo
esperando a que fer me confirmara si venía
y si quería una entrada
mientras la chica del dibujo en cuestión esperaba a su novio pacientemente unos muchos miles de minutos, durantes los cuales tanto ella como yo pensamos que la había dejado, huérfana de novio en el medio del mundo tan de colores saturados y aire acondicionado, hasta que por fin llegó, con una hermosa hamburguesa lista para desenvolver.
cuando corté el teléfono con fer y me paré para irme, vi que en la mesa de al lado otro pre o post púber le había hecho a su enamorada algo tan deliciosa y completamente irresistiblemente romántico como un corazón sobre la hamburguesa, íntegramente con papas fritas.
vomité y cuadras más tarde ya me había subido al 128.
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