sopa quick vencida de tomate

caminando con fer por las calles ebrias cantidades de cosas pueden pasar.
primero, alguna de las dos puede dejarse su block gigante másgrandequeelbolso lleno de dibujos incorporated always en alguna esquina, en algún taxi salido del bolsillo de la señorita que se hace la que se va a acordar cuánto le debo (que estoy segura que ya es suficiente para la subsistencia de un pequeño país durante un mes) o en alguna silla de algún bar, o en alguna mesa con el lápiz puesto. pueden perderse billeteras, blocks más chicos que sí entran en bolsos, campeas colgantes, paraguas verdes.
se puede uno caer en su casa a confiar erróneamente en la calidad sin vencimiento de cualquiera de todos sus productos químicos instantáneos comestibles, vegetalísticos envasados, alcohólicos vencidos, panes rallados. irremediablemente y cada cada vez la inercia sucesiva de acciones te hace bucear entre sus mil discos escritos con el mismo marcador grueso entre los que no hay una sola película que se quiera ver, para luego discutir horas y terminar, siempre siempre siempre siempre siempre, con un rotring un marcador un pastel al óleo a la tiza un lápiz hb o 6h y una hoja abajo, o un cartón y metida en su cámara, siempre.
esta vez el taxi me dejó en mi casa. sigo sin entender por qué.