Friday, February 01, 2008

sonia la que vuelve y la ciudad

estoy pronta
a irme
de nuevo, ,,


estoy tratando de sacar una conclusión sobre cuantos días en buenos aires es lo mínimo para que la ciudad vuelva a entrarte,
y dejes de que te pase lo que me pasó el año pasado subida a un bondi como quien sube una montaña un día de mucho calor y un viejo ponga una cara asquerosa y despés tenga un innecesario ataque al corazón,
y cuando pase un bondi no pienses que hay una tormenta, y cuando te aburras no salgas de tu casa confundida buscando la salida al mar.
claro que lo de la tormenta dura trece milisegundos, a menos que te hayas ido un mes como yo en mis tiernas infancias la vez que me pasó eso de una forma absolutamente empírica.

calculo que creo que no importa la cantidad de tiempo que estuviste afuera de la señora ciudad sino que siempreesigual,en nosecuanto de diciembre hice algo tan lindo y poco largo a la vez como irme con lu al tigre directo y sin planear (o sea sin buzo y con un termo de matelisto sin tapa) a las 9 de la mañana luego de haberla acompañado a su clase de taichi y fuimos absolutamente felices alimentándonos a base de galletitas del barrio chino y tomando cerveza frente a lo que no sé si es un lago, un río, un charquito o qué, pero sirvió como debía, y también hicimos la necesaria conversación con un señorquiosquero que nos miraba raro al llamarnos la atención que en el tigre y en buenos aires las cosas salen exactamente lo mismo y acá también hay quilmes, por qué no chicas, si está a unminutoymedio de distancia.

el fin del ritual vueltil fue cíclicamente al igual que el comienzo del viaje pero no del comienzo de todas las cosas, con bocha en orejas y ella y yo siendo primas y escuchándolo, salvo que el mp3 luegosepierde y bocha estaba en vivo por azares y las vueltas de la vida cuando la vida gira bien, el mismo día que llegué mientras max sacaba cervezas de su bolso que nadie sabia que tenía porque no se puede creer cuan preparado está para cumplir consignas en todas partes.

el año pasado cuando volví del norte me quedé tres días en buenos aires, en los cuales no ví buenos aires ni la parte de afuera del mundo de cuatro paredes y sectores de pasillos, y cada tanto la cocina en donde aprendí a hacer omelettes con más de un huevo (que hasta el día de hoy sigue siendo la receta más gourmet y compleja que supe hacer jamás) (pero ya no me preocupo por mis problemas de esposismo desde que saco por reflejo defensivo la conclusión zen de que como sé abrir la puerta para ir a jugar y bordar más o menos, (vanguardistamente en cualquier caso) está todo bien chicos, pedimos delivery o hacemounosfideos *para siempre*).

pero creo que,, he de dejarme de joder y hacer párrafos, me he dado cuenta, ,,
tengo un bastidor gigante que me mira con cara de acusador desde hace tres días adentro de su amarilla amarillista bolsa de teorema, *la música es otra chica.............y te pide* (la cara de lau imitando la cara de fito)

y mis pinceles cuando quieren se ponen sus barbas. y me están mirando de mal hace tantos días que creo que hoy duermo en el sillón, por lo menos, seguro, bo.

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