rosarosarosarosarosarosarosa
la siguiente historia es verídica en un 100% y repite muchas veces la palabra magenta. esto no se puede evitar, pero fue reemplazada un par de veces por la palabra rosita, que entendemos que no es lo mismo pero si leías la otra tantas veces iba a ser un engorro.
estaba yo muy simpáticamente estrenando rodillo de grabado para mi flamante técnica aun no aprendida para mi trabajo de la facultad.
la cantidad de colores a mi disposición era uno, tratábase del magenta.
haciendo caso omiso a todas las caras de mi mamá que daban vueltas alrededor mío diciendo "el piso no es una mesa, el piso no existe nena basta de desplegar cosas en el piso", efectivamente el piso estaba lleno de diarios y cosas secándose, aprovechando la ausencia de toda persona ajena a la mía
llenando todo literalmente de rodillo estaba, cuando a mi gata se le ocurre volverse loca y correr por las magenitudes.
o sea o sea o sea por arriba de mis hojas secándose, pisando tinta, estampándose de rosita la pata.
histérica, quien les habla agarra a su gata intentando que deje de lamerse y que tampoco se le dé por lamerle la mano que estaba más magenta que toda ella junta, y se sienta en la computadora (mouse magenta) y tipea: veterinarios en palermo (teclas magenta)
un domingo a las 22:30.
de donde salta una lista llena de veterinarios, uno con celular a quien yo llamo pero (inalámbrico magenta) depués corto porque era a domicilio y seguramente se le iba a dar por venir para explicarme, y además en mi cabeza seguía la frase "domingo 22:30" y además había justo posado ojos en una que quedaba en charcas ("acá nomás!"), y que además tenía celular. pero primero por supuesto llamo al teléfono normal.
cuestión que me atiende una mina y yo le explico que mi gata, y la tinta para grabado, y que perdón por la hora y las patitas rosas y ella me interrumpe y me dice que ella no es la doctora, la doctora (obviamente) no está, y que si yo soy clienta. y yo le digo que no, nada más busqué veterinarios con celular, y cómo reaccionará la doctora,, a lo cual la mina me responde muy seria "aah, no, si no sos clienta no creo que le cause mucha gracia que la llames. igual no sé, lavala".
lavala! la mina del teléfono me había dado la solución maginamágica, a pesar de haber tenido la actidud prevista un domingo a las diez y media de la noche (lo que, en términos normales llamamos "mala onda")
bueno corto el teléfono y suena, y es el otro veterinario, al cual yo había llamado y corté. me pregunta que quién soy y yo le pido disculpas por la hora le pido disculpas por mi gata le pido disculpas por mi grabado y depsués le digo que qué le parece si la lavo!
y él me dice jabón neutro y agua tibia, y éste era muy buena onda.
a lo cual el momento de la verdad llegó, me encierro con la gata en el baño blaco pronto a estar absolutametne magenta (por supuesto que a mí esto no me podía pasar jamás con tinta azul petróleo digamos, ni con ocre; en la película quedaba mucho mejor que la mina se esparciera en magenta por todas partes), cierro la puerta y trato-de meter la patita de la gata en el agua.
obviamente esta es una de las situaciones en las que uno "le agarra la mano", y para la quinta vez que mi gata está apunto de decir más veces miau que todos los gatos juntos en toda si vida, ya le estaba dando con una toalla enjabonada que tampoco era tan de su agrado y que adivinen de qué color quedó.
cada tanto la doña que es naranja (ah, eso encima era una lástima limpiarle las patitas, con lo re lindas que le quedaban!) se soltaba y se iba al piso, sacudiéndose las piernitas para tratar de sacarse el agua que era dos fiestas verla
de supermás está decir. la gata no vuelve a entrar a ese baño
y si ustedes conocen a mi gata saben de sus trastadas en los baños y por qué hay que dejar la puerta del baño siempre cerrada, cosa que quien no acostumbra a tener a mi gata por gata nunca recuerda hacer
así que puntos a favor de accidente de gata rosa:
varios.
incluyendo que mi casa está toda rosa y mi ropa para pintar también y varios mosquitos seguramente también
ah, y haber hablado con la minita mala onda. mi corazón resp`landece de agrado de haberla conocido
estaba yo muy simpáticamente estrenando rodillo de grabado para mi flamante técnica aun no aprendida para mi trabajo de la facultad.
la cantidad de colores a mi disposición era uno, tratábase del magenta.
haciendo caso omiso a todas las caras de mi mamá que daban vueltas alrededor mío diciendo "el piso no es una mesa, el piso no existe nena basta de desplegar cosas en el piso", efectivamente el piso estaba lleno de diarios y cosas secándose, aprovechando la ausencia de toda persona ajena a la mía
llenando todo literalmente de rodillo estaba, cuando a mi gata se le ocurre volverse loca y correr por las magenitudes.
o sea o sea o sea por arriba de mis hojas secándose, pisando tinta, estampándose de rosita la pata.
histérica, quien les habla agarra a su gata intentando que deje de lamerse y que tampoco se le dé por lamerle la mano que estaba más magenta que toda ella junta, y se sienta en la computadora (mouse magenta) y tipea: veterinarios en palermo (teclas magenta)
un domingo a las 22:30.
de donde salta una lista llena de veterinarios, uno con celular a quien yo llamo pero (inalámbrico magenta) depués corto porque era a domicilio y seguramente se le iba a dar por venir para explicarme, y además en mi cabeza seguía la frase "domingo 22:30" y además había justo posado ojos en una que quedaba en charcas ("acá nomás!"), y que además tenía celular. pero primero por supuesto llamo al teléfono normal.
cuestión que me atiende una mina y yo le explico que mi gata, y la tinta para grabado, y que perdón por la hora y las patitas rosas y ella me interrumpe y me dice que ella no es la doctora, la doctora (obviamente) no está, y que si yo soy clienta. y yo le digo que no, nada más busqué veterinarios con celular, y cómo reaccionará la doctora,, a lo cual la mina me responde muy seria "aah, no, si no sos clienta no creo que le cause mucha gracia que la llames. igual no sé, lavala".
lavala! la mina del teléfono me había dado la solución maginamágica, a pesar de haber tenido la actidud prevista un domingo a las diez y media de la noche (lo que, en términos normales llamamos "mala onda")
bueno corto el teléfono y suena, y es el otro veterinario, al cual yo había llamado y corté. me pregunta que quién soy y yo le pido disculpas por la hora le pido disculpas por mi gata le pido disculpas por mi grabado y depsués le digo que qué le parece si la lavo!
y él me dice jabón neutro y agua tibia, y éste era muy buena onda.
a lo cual el momento de la verdad llegó, me encierro con la gata en el baño blaco pronto a estar absolutametne magenta (por supuesto que a mí esto no me podía pasar jamás con tinta azul petróleo digamos, ni con ocre; en la película quedaba mucho mejor que la mina se esparciera en magenta por todas partes), cierro la puerta y trato-de meter la patita de la gata en el agua.
obviamente esta es una de las situaciones en las que uno "le agarra la mano", y para la quinta vez que mi gata está apunto de decir más veces miau que todos los gatos juntos en toda si vida, ya le estaba dando con una toalla enjabonada que tampoco era tan de su agrado y que adivinen de qué color quedó.
cada tanto la doña que es naranja (ah, eso encima era una lástima limpiarle las patitas, con lo re lindas que le quedaban!) se soltaba y se iba al piso, sacudiéndose las piernitas para tratar de sacarse el agua que era dos fiestas verla
de supermás está decir. la gata no vuelve a entrar a ese baño
y si ustedes conocen a mi gata saben de sus trastadas en los baños y por qué hay que dejar la puerta del baño siempre cerrada, cosa que quien no acostumbra a tener a mi gata por gata nunca recuerda hacer
así que puntos a favor de accidente de gata rosa:
varios.
incluyendo que mi casa está toda rosa y mi ropa para pintar también y varios mosquitos seguramente también
ah, y haber hablado con la minita mala onda. mi corazón resp`landece de agrado de haberla conocido